El control de los esfínteres no se trata de una cualidad innata que se posea desde nacimiento. La gran parte de los niños lo asimilan y aprenden a controlarlos a partir de los 2-4 años de edad. A partir de este punto, es posible y habitual que haya episodios de incontinencia, hasta que no se termina con esta asimilación. Es función de los padres, en la mayor parte de los casos, enseñarles a los más pequeños a realizar sus necesidades de manera autónoma, para que con el paso del tiempo, ese hábito se asiente.
Dentro de estos problemas de incontinencia, se puede hablar de dos aspectos: enuresis y encopresis. ¿Qué son y cuáles con sus diferencias? Como expertos en psicología infanto-juvenil, desde Contigo-Psicología te lo mostramos.
¿Cuál es la diferencia entre enuresis y encopresis?
Como ya hemos indicado, ambos términos se refieren a los problemas de incontinencia presentados en la edad infantil. No obstante, cuando estos episodios se vuelven algo habitual y se han asentado, es cuando nos referimos a enuresis y encopresis infantil.
Nos referimos a enuresis cuando las pérdidas son solo de orina. Por otro lado, la encopresis se referiría a la pérdida de control en la evacuación de heces. En ambos casos, la incontinencia puede ser tanto diurna como nocturna.
¿Cómo actuar si tu hijo tiene enuresis o encopresis?
En estos casos y con el propósito de realizar un diagnóstico preciso, es necesario que te pongas en manos de un especialista. En Contigo-Psicología ponemos a tu disposición a nuestros psicólogos experimentados, que evaluarán a tu pequeño para realizar una valoración específica y detallada de su situación.
No obstante, también es fundamental la consulta con un pediatra, para destacar cualquier probabilidad de patologías fisiológicas y somáticas.
¿Cuáles son las causas de la enuresis y la encopresis?
En el caso de la enuresis, esta puede deberse a factores hereditarios. Si algún familiar del pequeño ha presentado este mismo problema, existen probabilidades de que el niño lo desarrolle. Otra opción es que se deba a factores emocionales, es decir, que el pequeño esté sujeto a periodos de estrés emocional, por alguna alteración en su situación o entorno.
En referencia a la encopresis, el principal motivo es el haber forzado al niño a contener sus heces. También se puede deber a miedos particulares o su situación emocional, como comentamos anteriormente en el caso de la enuresis.
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Si quieres saber más sobre estos problemas, su posible tratamiento o deseas comenzar con la valoración de tus hijos, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. En Contigo-Psicología estamos a tu disposición.