Ver a tu hijo hacer movimientos o sonidos repetitivos sin poder evitarlo puede generarte cierta preocupación, pero los tics en la infancia son más frecuentes de lo que parece. Lo importante del tema es manejar la mejor información y saber exactamente qué debe hacerse al respecto, algo de lo que hablamos en profundidad en este nuevo artículo de Contigo-Psicología, tu centro de psicología en Vigo con servicio infanto-juvenil.
En la mayoría de los casos, los tics son transitorios y no suponen un problema grave
Un tic es un movimiento o sonido involuntario, rápido y repetitivo. A veces se presenta como un parpadeo constante, un encogimiento de hombros o un carraspeo persistente. Los niños no lo hacen a propósito ni pueden evitarlo con facilidad, aunque en ocasiones puedan intentar reprimirlo durante un tiempo. Eso sí, hacerlo les genera tanta tensión que al final el tic suele aparecer con más intensidad.
Existen dos tipos principales de tics: los motores y los vocales. Los motores pueden ser simples, como girar el cuello o mover la nariz, o complejos, cuando implican movimientos más elaborados. Por su parte, los tics vocales pueden ir desde toser o emitir sonidos hasta repetir palabras o frases, algo que en casos muy concretos se asocia a otras condiciones.
¿Cómo se puede gestionar los tics desde casa?
La actitud del entorno marca una gran diferencia. Si el niño percibe que sufre presión, que se le reprende o que se le observa con nerviosismo cada vez que aparece el tic, lo más probable es que se sienta más inseguro y el síntoma aumente. Por eso, una de las mejores cosas que puedes hacer es no darle importancia delante de él. Trátalo con naturalidad y sin dramatizar.
Ofrecer apoyo y comprensión es fundamental. Hacerle saber que no tiene la culpa, que es algo que ocurre a muchos niños y que estáis a su lado le dará seguridad. Crear un ambiente tranquilo en casa, cuidar su descanso y evitar la sobrecarga de actividades también ayuda a reducir la frecuencia de los tics.
Por otro lado, las actividades físicas, los juegos al aire libre y las técnicas de respiración pueden ser buenas herramientas para liberar tensión acumulada. Cada niño es diferente, pero muchas veces estas rutinas sencillas tienen un efecto positivo a medio plazo.
En el ámbito escolar, conviene informar al profesorado para que entienda que no se trata de una conducta intencionada ni desafiante. Esto es clave para evitar malentendidos, proteger al niño de posibles burlas y facilitar un entorno más respetuoso en el aula.
Ayuda de nuestros psicólogos en Vigo frente a los tics
Si los tics persisten más de un año, interfieren con la vida diaria o aparecen junto a otros síntomas, como problemas de atención o rituales repetitivos, es recomendable acudir a un profesional. En Contigo-Psicología evaluamos cada caso con cuidado y trabajamos junto a las familias para ofrecerles las herramientas que mejor se adaptan a su hijo. Desde aquí puedes pedir una cita con nuestros psicólogos de Vigo.